miércoles, 8 de septiembre de 2010

Male Bonding: trío de cassette

La primera impresión que se tiene al escuchar a Male Bonding es que parecen sacados del garage de algún suburbio norteamericano, como rescatados de un episodio de la serie Pete & Pete (donde actuaba Iggy Pop, ese mismo, en Nickelodeon). Pero todo esto sólo "parece", es fantasía sonora (bienvenida sea), pues este trío viene desde Londres. Extraño, pero posible, sobretodo cuando residen en la casa insigne del rock alternativo de los 90’, el sello Sub Pop.

La fórmula es simple, básica y directa: guitarra, bajo y batería unidos para hacer pequeños himnos punk súper recordables. Sin mayores pretensiones, figuran en la línea actual de las bandas que retrotraen sin querer el sonido de hace poco menos de 20 años. Aunque sus influencias van mucho más atrás, con nombres como Buzzcocks, Wipers y The Beach Boys, se encuentra en la misma línea de Wavves o No Age, mezclando el ruido y el goce melódico, con cortes bien oreja.

Desde su inicios el 2008 ya han girado con Vivian Girls (con quienes comparten un tema acústico en su LP debut), además de haber tocado con Health, Fucked Up, The Soft Pack, Dum Dum Girls, Smith Westerns, Best Coast, Strange Boys, Metronomy y Crystal Castles. Un grueso de artistas que no figuraban hace 2 años, cuando sus shows iban acompañados de bandas lo-fi del vecindario y el escenario eran restoranes turcos.

A pesar de ser declarados punks adictos a la alta velocidad, sienten una extraña atracción por My Bloody Valentine y Ride, veta shoegaze que puede observarse en algunos quiebres de sus temas. Además afirman que sus canciones pop preferidas son las baladas. “Hay un hippie en mi que está peleando constantemente con mi punk interior” cuenta Kevin, bajista de la banda.

Su primer álbum Nothing Hurts huele a adolescencia y escuela, a la vieja. Tiene guitarras riffeadas sucias, armoniosas que sudan noise pop veloz, corriendo a una agilidad de 2 minutos promedio por canción. No existen mayores virtuosismos, pero la solidez que impregnan Kevin, Robin y John hace que los 13 trozos del debut se deslicen como seda por la cabeza. El aparente sonido descuidado tiene su culpa en la experiencia de haber autoeditado trabajos en formato vinilo y cassette. Un detalle no menor, pues parte de esto se llevó al disco.

http://www.myspace.com/malebonding

Rolando Inostroza

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