miércoles, 15 de junio de 2011

Mademoiselle K: el gusto por lo fino y lo bruto

Por Rolando Inostroza

Es una de las agrupaciones más destacadas de Francia. Poco difundida en Chile, pero con un arsenal de temas que pretenden enganchar con un golpe directo al público local. Es que la banda comandada por Katerine Gierak se presenta esta noche en el Centro Cultural Amanda, en lo que trasciende como una oportunidad única para los amantes del rock europeo. POTQ conversó con la líder de la banda, para precalentar una jornada de guitarras francoparlantes sin precedentes.

Katerine nos recibe en el living del Centro Cultural Amanda. Es una persona tranquila, más alta de lo esperado (tanto que debe encorvarse constantemente) y con una timidez que no se condice con la potencia de sus shows. Mientras habla, se entretiene con su chasquilla triangular, la cual mueve de un lado a otro, con esa típica seriedad del músico francés, que sabe a lo que viene, pero que aun así no conoce lo que le espera.

¿Qué piensas de este acercamiento con Latinoamérica? Bastante poco común para las bandas francesas…

Para poder acercarme a Latinoamérica creo que el idioma todavía es importante, quisiera cantar en español o en inglés, pero no siempre es adecuado para el tipo de música. Si nos piden venir, lo hacemos con mucho gusto. Rara vez rechazamos una proposición y ésta es una oportunidad genial. Estoy muy sorprendida de la respuesta que hemos tenido en diferentes países que no son francoparlantes. Estuvimos en China el 2006 y el 2009 en Nicaragua, Panamá, Honduras y El Salvador, nos fue bastante bien. Ahora, luego de Chile, partimos a Argentina si es que el volcán nos deja.

Aclaremos algo, ¿Mademoiselle K eres tú, los temas son totalmente tuyos?

Cuando todo empezó era sólo yo. Por eso lo de “Mademoiselle”. Además hubo varias canciones que, desde el primer disco, ya estaba escritas por mí, desde hace un par de años incluso. Que se diga “Mademoiselle” es importante, ya que suena en francés y nos da identidad, pues esa palabra es mundialmente conocida como tal. Soy la “señorita Katerine”. A pesar de todo, la banda completa forma parte de la composición y de los temas.

A pesar del nombre, Katerine reconoce que la banda ha ido evolucionando junto con ella. Desde el sonido súper rockero del debut “Ça Me Vexe” (2006) hasta el equilibrio logrado en su última entrega, “Jouer Dehors” (2011), la cuota de cuatro integrantes ha crecido a cinco, para “siempre aportar y no quitar, eso es lo que solemos hacer”. Muy al estilo Foo Fighters.

Este notable salto le es indiferente a la hora de sacar cuentas creativas. “Para mí, la evolución de un disco a otro no significa mucho, pues tengo gustos muy variados y he podido experimentar con varios estilos, en el disco y en mi vida. Me encantan los riffs potentes y los coros pop como Arcade Fire, bien armónicos y muy ricos en melodías, esos aportes se van mezclando para dar el toque final a los temas nuestros. Pero nunca me fijo una dirección”.

La experticia musical de esta mujer de 31 años es vasta. Desde la más tierna infancia, su madre la inscribió en diversos cursos de música. Al poco tiempo, empezó a tocar guitarra clásica, para luego pasar a la eléctrica. De 1999 a 2005 realizó estudios de musicología en la Sorbonne-París IV. Un camino que la tuvo meses después lanzando su notable álbum debut.

Cuando conoció el blues, siendo todavía pequeña, todo adquirió un color distinto para Gierak, así también a la hora de escuchar por primera vez el “OK Computer” de Radiohead. Disco que reconoce como influencia directa y como uno más de los sazonadores de su más reciente trabajo, “Jouer Dehors”.

“En nuestro último álbum jugamos mucho con las cuerdas, los violines y detalles que pueden combinarse con las guitarra bien brutas. El minimalismo está puesto allí, todo bien orgánico. Y si formara otro grupo, sería como instrumentista solamente, como baterista o bajista y en la completa soledad, pero nunca excluyendo un estilo, no me gusta”, comenta.

Finalmente, ¿conoces música chilena?

Para nada, si tienes discos que hacerme llegar a la hora del show sería genial (risas). Si alguien me quiere regalar alguno, que lo haga durante el concierto.